¿Por qué la menopausia sigue siendo un tema tabú en el entorno laboral?
Es un tema tabú porque históricamente ha estado invisibilizado. Durante décadas, la menopausia se asoció con el “final” de la vida de las mujeres, cuando la esperanza de vida era mucho menor que ahora. Hoy sabemos que una mujer puede pasar entre un tercio y la mitad de su vida en alguna etapa de la menopausia. Sin embargo, persiste la idea de que es algo vergonzoso o “personal” que no debe ser discutido en público, mucho menos en el trabajo.
Además, hay una gran falta de educación al respecto. Muchas mujeres no saben qué esperar de la menopausia hasta que la están viviendo. Y cuando intentan hablar de sus síntomas, temen ser juzgadas o vistas como menos capaces. Es un círculo vicioso de silencio, estigma y desinformación.
¿Cómo afecta la menopausia la productividad y el bienestar de las mujeres en el trabajo?
De muchas maneras. Primero, están los síntomas físicos y emocionales: insomnio, ansiedad, cambios de humor, bochornos… Todo esto impacta la capacidad de concentración y la energía, y puede hacer que las mujeres sientan que no están rindiendo al 100%. Esto no solo afecta su percepción personal, sino también cómo las ven sus colegas y jefes.
Luego están los factores externos. Muchas oficinas no están diseñadas para mujeres en menopausia: la falta de ventilación adecuada, el estrés constante, la imposibilidad de tomar pausas. Además, hay actitudes que refuerzan el estigma, como bromas sobre la edad o la idea de que una mujer en esta etapa “ya no es innovadora”. Todo esto puede llevar a que las mujeres pierdan confianza en sí mismas, se ausenten más o incluso decidan renunciar.
¿Qué impacto económico tiene la “gran renuncia” de mujeres entre 45 y 55 años?
Es enorme. En Reino Unido, por ejemplo, se pierden 14 millones de días laborales al año debido a la menopausia, lo que equivale a 2,492 millones de dólares. En Canadá, el costo anual para la economía es de 2,500 millones de dólares. Y según Forbes, el impacto global de la menopausia en términos de productividad perdida y costos de salud asciende a 810,000 millones de dólares.
En México, todavía no hemos cuantificado el impacto, pero es evidente que la fuga de talento femenino en esta etapa está afectando a las empresas y a la economía en general. Necesitamos cifras claras para dimensionar el problema y justificar las inversiones en políticas de inclusión.
¿Qué pueden aprender las empresas mexicanas de iniciativas internacionales como “Menopause Friendly Workplace”?
Lo primero es que hablar abiertamente sobre la menopausia no es un lujo, es una necesidad. En Reino Unido, por ejemplo, han implementado políticas como licencias específicas, horarios flexibles y adecuaciones en los espacios de trabajo. También han llevado a cabo campañas de sensibilización para educar a toda la plantilla, incluyendo a los hombres y a los trabajadores más jóvenes.
Estas iniciativas han demostrado que apoyar a las mujeres en esta etapa no solo mejora su calidad de vida, sino que también reduce el ausentismo, aumenta la productividad y fortalece la cultura organizacional. En México, podríamos empezar con pequeños pasos, como talleres de sensibilización y ajustes en las políticas de recursos humanos.
¿Por qué la falta de atención a la menopausia es un obstáculo para la equidad de género en las empresas?
Porque perpetúa la idea de que las mujeres son “menos capaces” o “menos valiosas” después de cierta edad. Esto no solo afecta a las mujeres en menopausia, sino también a las generaciones más jóvenes, que ven un techo de cristal aún más difícil de romper. Si queremos verdaderamente igualdad de género en el trabajo, necesitamos reconocer que las mujeres atraviesan diferentes etapas en su vida y que cada una de ellas merece ser apoyada y valorada.
10 consejos para detectar y defenderte del estigma laboral en la menopausia
- Infórmate y comparte: Aprende sobre la menopausia y comparte información con tus colegas y superiores para desmitificar el tema.
- Documenta tus síntomas y experiencias: Lleva un registro de cómo te afectan los síntomas para identificar patrones y posibles soluciones.
- Habla con recursos humanos: Si tu empresa no tiene políticas inclusivas, sugiere la implementación de programas de apoyo.
- Crea redes de apoyo: Busca colegas que estén pasando por lo mismo y trabajen juntas para promover el cambio.
- Exige espacios adecuados: Pide mejoras en la ventilación, acceso a agua y espacios para descansos breves.
- Busca ayuda médica integral: Consulta con especialistas que puedan ayudarte a manejar los síntomas de manera efectiva.
- Denuncia microagresiones: No toleres comentarios o actitudes discriminatorias; repórtalas a las instancias correspondientes.
- Proporciona ideas constructivas: Propón talleres de sensibilización y educación sobre la menopausia.
- Aprovecha tus fortalezas: Enfócate en tus habilidades y experiencia; no dejes que el estigma afecte tu autoestima.
- Lidera el cambio: Si estás en una posición de liderazgo, usa tu influencia para promover un entorno laboral inclusivo.