Otra de las barreras es la conciliación entre vida personal y profesional, que es un reto especialmente profundo para las mujeres, por la desigualdad en el sistema de cuidados.
“Mi vida diaria es un equilibrio constante entre mi emprendimiento, mi actividad de venta de bienes raíces, y mi rol como madre y esposa. La experiencia y madurez emocional que he adquirido con los años me han permitido gestionar mejor mi tiempo y recursos, pero este balance aún sigue siendo un desafío”, señala Daniela Amparano Trejo, fundadora de Biomass Sustainable Solutions.
Además, las emprendedoras se enfrentan a la subestimación de sus capacidades y conocimientos por parte de colegas y competidores masculinos. Este prejuicio puede afectar su confianza y dificultar su capacidad para negociar y liderar efectivamente.
“Uno de mis principales desafíos fue ponerle un precio adecuado a mis servicios, uno que reflejara realmente el esfuerzo y la calidad de mi trabajo. Inicialmente, pensaba que mis problemas eran principalmente financieros, pero descubrí que en realidad lo que necesitaba reorganizar su equipo y mejorar la rentabilidad de mi agencia”, comenta Gaby Ramírez, Prohpia, dueña de una agencia de marketing y branding.
Otro elemento fundamental son las comunidades: el hecho de construir de manera colectiva hace que una emprendedora avance más rápido y con más cuidado de su propia salud mental. Para eso, las mujeres emprendedoras están creando redes de apoyo y colaboración que les permiten compartir experiencias, recursos y conocimientos.
“Creamos una comunidad que humaniza el movimiento y promueve el bienestar psicológico, emocional y físico. Su enfoque en la resiliencia y el apoyo mutuo ha sido fundamental para el crecimiento de su proyecto, demostrando la importancia de las redes de apoyo para las emprendedoras, indica Karen Peaskoski, fundadora de DSNTY Wellness Systems.
Necesidades para el crecimiento
Para que las mujeres emprendedoras en México puedan crecer y evolucionar, es esencial que se atiendan varias necesidades clave:
- Acceso a Financiamiento: es fundamental que se desarrollen más iniciativas y políticas que faciliten el acceso al financiamiento para mujeres emprendedoras. Esto incluye la creación de fondos de inversión específicos, programas de microcréditos y la eliminación de sesgos de género en la evaluación de solicitudes de financiamiento.
- Educación y Capacitación Continua: la educación y capacitación continua son cruciales para que las emprendedoras puedan mantenerse actualizadas con las últimas tendencias y tecnologías en sus respectivos campos. Los programas de formación deben enfocarse en habilidades técnicas, financieras y de liderazgo.
- Políticas de Conciliación: es necesario implementar políticas que permitan a las emprendedoras equilibrar sus responsabilidades laborales y personales. Esto incluye desde la creación de guarderías y servicios de cuidado infantil hasta la promoción de horarios laborales flexibles y el trabajo remoto.
- Fomento de la Inclusión y Diversidad: promover una cultura de inclusión y diversidad en el ámbito empresarial es esencial para que las mujeres puedan desarrollarse plenamente. Esto implica la implementación de políticas de igualdad de género, la sensibilización sobre los prejuicios de género y la creación de ambientes de trabajo inclusivos.