¿Cómo destruir el viejo (y, reconozcámoslo, odiado) dicho de que el peor enemigo de una mujer es otra mujer? La respuesta, probablemente, pase por la sororidad. “El peor enemigo de una mujer es el machismo, el patriarcado, y es importante establecer espacios seguros y espacios de sororidad. No me tienen que caer bien todas las mujeres, pero hasta para llevarme mal con ellas las necesito vivas”, señaló Sheyla Ferrera.
La actriz y activista participó en el panel ‘La sororidad nos une en la diversidad’, organizado durante el festival de inclusión Love4All. “No tenemos que ser amigas, no significa que todas las mujeres me tienen que caer bien, pero tenemos que apoyarnos porque durante años hemos estado en un sistema que oprime nuestros derechos”, agregó.
Nerea Aragones, principal de AT Kearney, señaló que más que una lucha entre mujeres, y con su experiencia antes de transicionar como mujer trans, comprendió que es el sistema el que vende la existencia de esta competitividad “porque no le interesa que nos apoyemos”.