Un despido puede implicar una experiencia similar a un duelo, ya que se suele vivir como una pérdida, explica Adriana Ortiz, psicoanalista, escritora y miembro de la Sociedad Psicoanalítica de México.
"Ese significado cultural del despido es más duro cuando se trata de una mujer. Puede generar un estrés más grande, ya que las oportunidades en el mundo laboral son más desiguales para ellas que para los hombres, porque puede costarles más colocarse en una posición, más, si ya estaba en algún cierto tipo de mando", dice.
Liz Sarmina, mentora de marca personal y empleabilidad, cuenta con una trayectoria relevante en el área de capital humano. En un momento de su carrera fue despedida. Cuando sucedió, recuerda, fue su jefe directo quien la llamó a una sala de juntas.
"Me dijo que tenía preparado mi cheque, porque no querían que trabajara más con ellos. No me lo esperaba, definitivamente, y me cayó de sorpresa. Pregunté a qué se debía, para tener mejor feedback de mi trabajo, me me dijeron que era información que se reservarían y al final me hicieron saber que no era bienvenida", explica Sarmina.
Aunque contaba con condiciones adecuadas para tomar decisiones, ya que su liquidación conforme a la ley le daba la oportunidad de planear qué seguiría en su carrera, fue una situación que le causó ansiedad. Y vergënza, por el tabú que trae consigo un despido.
"Hoy sé que me ayudó a tomar ímpetu para mi siguiente reto laboral, porque en menos de dos meses ya estaba trabajando en una consultora en un puesto mejor y con mayores retos. En retrospectiva, ya no lo veo con pena sino como un reto diferente por el que tuve que atravesar", afirma.
Sarmina incluso aprovechó su experiencia personal y ahora ayuda con consultoría para reforzar su perfil y estrategias de empleabilidad a personas que también están atravesando por una situación de cambio laboral a raíz de un despido o por la búsqueda de nuevos retos de crecimiento.
A Ana M, que es asesora legislativa, le despidieron de una secretaría federal en 2021, después de muchos años trabajando en dependencias gubernamentales, tras incorporarse a un nuevo equipo. Su proceso fue complejo, porque primero le ofrecieron un cambio de posición, que en realidad se convirtió en despido.
"En ese momento colapsé con la noticias y además el tratamiento que le dieron fue muy malo", señala.