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¿Y si pudiéramos tomarnos una licencia por menstruación?

¿Cómo cambiaría tu vida si pudieras optar a una licencia menstrual con goce de sueldo? La propuesta empieza a debatirse en varios países, entre ellos México.
vie 03 junio 2022 05:00 AM
La menstruación digna: un pendiente de los centros de trabajo
La menstruación digna: un pendiente de los centros de trabajo

"Yo cada mes tengo que tomar pastillas, porque el dolor que siento por los cólicos no me deja caminar con normalidad y tengo sangrados muy abundantes que me tienen muy incómoda, revisando si ya me manché o no", cuenta Sofía Santana.

Santana, analista en Minsait y con 23 años, ha tenido varios tratamientos médicos que representan leves mejoras, pero hasta ahora ninguna suficiente para que se sienta bien físicamente durante sus periodos menstruales. Y aunque su carrera profesional se encuentra en una etapa temprana, sí se ha cuestionado si es posible para ella tener la confianza o posibilidad de solicitar faltar a su trabajo de forma física en estos días del mes en que experimenta ese nivel de malestar. Pero hasta ahora nunca lo ha hecho.

"Nunca he faltado, y ahora que me entero que en otros países existen permisos menstruales sé que es una buena opción, pero sin eso no faltaría a mi trabajo, aunque me sienta muy mal", dice.

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Verónica Delgadillo, senadora de Movimiento Ciudadano, recuerda que la primera vez que se paró en la tribuna para hablar sobre la menstruación, hace cuatro años, se hizo "un silencio sepulcral". El tema sigue siendo un tabú en muchos ámbitos, tanto que, "cuando en el trabajo una compañera te pide una toalla o un tampón, se lo pasas como si traficaras drogas, para que no te vean", dice.

Para Delgadillo, la menstruación sigue siendo un tema del que se habla poco en México, y menos en público, pese a que las mujeres pasan en promedio un mes y medio al año menstruando. Por ello, recientemente viajó a España, que ha pesentado una propuesta de ley que le convertiría en el primer país europeo en tener una baja menstrual remunerada.

Avances en México

El 22 de octubre de 2021, el Senado aprobó la tasa cero de IVA para los productos menstruales, como toallas femeninas, tampones y copas menstruales gracias a 67 votos a favor frente a 43 en contra.

En su momento, se consideró un avance para hacer frente a la pobreza menstrual, que afecta a 27 millones de mujeres en México, que debido a un nivel adquisitivo insuficiente, no pueden gestionar su menstruación de forma óptima.

Sin embargo, respecto a la regulación de los espacios de trabajo en relación con la menstruación hay pendientes. "Todavía nos falta recorrer camino para que en México todas las mujeres tengan una menstruación informada, adecuada, segura y empática", dice Palmira Camargo, vicepresidenta de comunicación Essity Mexico y Latinoamérica.

La empresa desarrolla una encuesta nacional sobre menstruación, que busca generar información demográfica para proponer mejores políticas públicas. "La mejor manera de lograr esto es, primero, conociendo a fondo la realidad que viven estas personas en el lugar donde viven. No es lo mismo ser una niña de una comunidad rural alejada que una en una gran ciudad, que una persona menstruante en el sureste del país que en la frontera norte. Cada región, cada estado, cada ciudad y cada persona tiene necesidades específicas", señala.

El permiso menstrual

En febrero pasado, Delgadillo presentó una iniciativa que busca el respaldo de la ley para que sea posible para mujeres y personas menstruantes acceder a una jornada de descanso cuando se vean imposibilitadas para trabajar a causa de los malestares físicos durante su periodo menstrual.

Estos síntomas pueden manifestarse en un sangrado vaginal abundante, cólicos extremos, dolor de cabeza, mareos, náuseas y hasta desmayos. En México, cinco de cada 10 mujeres sufren dismenorrea, como se le conoce al dolor abdominal, es una de las principales causas de incapacidad laboral entre las trabajadoras, de acuerdo con cifras del IMSS.

“Es necesario que en México se reconozca un nuevo derecho laboral para que las mujeres puedan acceder a este permiso menstrual cuando su regla no les permita ir a trabajar", dice la senadora.

Por ello, considera relevante contar con el respaldo institucional del gobierno para enfocar los esfuerzos para sensibilizar al sector patronal y que se vea esta baja como un derecho.

“Tengan por seguro que no es un privilegio, sí hay mujeres que necesitan ese permiso laboral y estamos en condiciones de darlo”, apuntó la senadora cuando realizó la propuesta.

La importancia de que se apruebe la validez de este permiso menstrual garantizará que las personas que decidan hacer uso de él no sufran represalias, como descuentos o pérdidas de bonos o premios que tienen relación con asistencia.

Dicha iniciativa propone que que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales (ISSSTE) emitan certificados a quienes requieran del permiso, incluso de forma digital.

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La normalización de la menstruación

Isabel Mateos Méndez, politóloga especialista en análisis con perspectiva de género, apunta que en México se analiza si los permisos menstruales deberían regularse por legislación o incorporarse únicamente como parte de reglamentos internos en las organizaciones.

“Debemos asegurar que la educación sexual, incluida la menstruación, sea parte de la vida de las mujeres desde temprana edad, para que no sea un tabú para nadie hablarlo después en los centros de trabajo”, explica.

María Fernanda Cámara Morales, vocera de REDefine y activista por una menstruación digna, apunta que toda legislación debe partir del reconocimiento de la dignidad humana, pues el periodo menstrual no sólo puede tener afectaciones físicas para las mujeres, sino también a nivel mental.

"Hay un estudio de la Universidad de Londres que muestra que un dolor menstrual puede ser tan fuerte como un infarto, y eso afecta toda nuestra formar de generar una cotidianidad. La dignidad debería estar al centro, no la rentabilidad", dice.

Delgadillo asegura que la iniciativa que presentó logró despertar la empatía de distintas fuerzas políticas sin distinción de género y actualmente es revisada en las comisiones de Igualdad y Trabajo.

De aprobarse, sería la primera iniciativa del tipo en América Latina, lo que habla de una cultura que silencia e ignora todos los padecimientos y necesidades relacionadas con la menstruación.

Incluso, la senadora menciona que en redes sociales y a través de correos electrónicos han recibido mensajes con insultos hacia ella y el proyecto mismo, por considerarlo "una estupidez en medio de asuntos más importantes" a decir de las personas que los enviaron.

Palmira Camargo, por su parte, advierte que no habrá legislación que baste si no hay sociedades más informadas y sensibles a este tema.

Cámara Morales, de REDefine, puntualiza que aunque existieran los permisos menstruales en México, las mujeres no los usarán de forma generalizada por miedo a represalias laborales, como no ser consideradas para mejores puestos, o ser sujetas a bromas de compañeros. "Para ello, se necesitan pláticas de sensibilización para todos los equipos de trabajo, con el fin de que conozcan las condiciones de dolor en que pueden llegar a trabajar y mostrar más empatía al respecto", apunta.

"Sin embargo, que exista un permiso menstrual sí es deseable. Y aunque no existe aún, un primer paso que empresas pueden tomar es ofrecerles las posibilidad de hacer home office", opina.

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