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Techos de cemento y síndromes de la impostora: como frenar la inseguridad

¿Has tenido dudas sobre tu capacidad que te han llevado a rechazar una oferta laboral? Te explicamos cómo fuiste víctima del techo de cemento.
lun 16 mayo 2022 06:00 AM
Los techos de cemento limitan a las mujeres como el síndrome de la impostora
Los techos de cemento limitan a las mujeres como el síndrome de la impostora

"Cuando era junior me ofrecieron un empleo mejor pagado y con actividades que disfrutaba más que las que originalmente desempeñaba en el trabajo en el que estaba. Estaba emocionada, pero la verdad me ganó el miedo de no poder con el puesto, que era una transición a mid [otro nivel de seniority] y los rechacé", explica Yoselin Velázquez.

La especialista en publicidad, que ahora es Social Media Analyst en Coca-Cola Media House, cuenta que, desde que dijo que no, sabía que su decisión no era adecuada, tanto que mintió en el motivo por el cual rechazó la oferta.

"Les dije que no podía renunciar con tan poca anticipación [dos semanas] e incluso me ofrecieron esperarme tres y les dije que me daba pena aceptarlo. Pero jamás acepté que fue por miedo de que no supiera lo que me pedían y que terminarán despidiéndome", reconoce.

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¿Qué es el techo de cemento?

Esta historia es el más claro ejemplo de un techo de cemento, fenómeno que traba las oportunidades de crecimiento de mujeres en el mercado laboral, y del que surge el más famoso síndrome de la impostora. La diferencia entre ambos términos se encuentra en que en el techo de cemento sí se materializa el rechazo al crecimiento laboral, mientras que en el segundo la persona que lo experimenta puede seguir subiendo en su carrera, pero mantendrá el estado de incertidumbre e inseguridad.

Argelia Carrera, profesora de tiempo completo de la Escuela de Ciencias Sociales del Tec de Monterrey Campus Querétaro, explica que el concepto de techo de cemento se introdujo en la vida académica en 2012, aunque su uso aún no es conocido de forma generalizada.

Éste se refiere a los límites que se autoimponen las mujeres dentro del campo laboral, lo que las orilla a rechazar ascensos o puestos de mayor responsabilidad. Un hecho, explica Carrera, que suele obstaculizar el éxito de las mujeres y su avance en el mercado laboral.

Sin embargo, apunta que estos límites no tienen que ver con falta de capacidades o conocimientos de las mujeres, sino con factores externos como la cultura que rodea a las mujeres.

“Los estereotipos de género las colocan en una posición de conflicto entre su desempeño, responsabilidad y liderazgo como profesional y su desempeño como mujer”, detalla.

Como una segunda razón, apunta que existe una cultura laboral empresarial que determina preferencias basadas en género que limitan promociones o contrataciones para las mujeres, pues ofrecen mejores oportunidades y redes a varones.

El concepto es menos conocido que otros como el de techo de cristal, porque se habla de más de las barreras externas que las mujeres tienen las mujeres para avanzar en su carrera profesional, explica Virginia García Beaudoux, especialista en comunicación política y liderazgo con perspectiva de género.

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No obstante, agrega, los techos de cemento tienen que ver con estas barreras psicológicas, cognitivas (respecto a autopercepción) y de origen interno e inconsciente que se ponen en momentos de quiebre para acceder a posiciones de liderazgo.

“A las mujeres nos sucede, a diferencia de los hombres, por cómo fuimos socializadas con base en esos estereotipos que hacen que piensen que el espacio corporativo es un espacio natural para hombres”, dice.

Cómo evitar los techos de cemento

Argelia Carrera sugiere que no se podrá hacer mucho en el mundo corporativo sin la participación activa de la sociedad para brindar una educación libre de roles asociados con el género. Además, son necesarias la creación de políticas públicas y la modificación de reglamentos en empresas que incidan en estos estereotipos de géneros.

"Por ejemplo, que los cambiadores para bebés en baños estuvieran, por ley, también dentro de los sanitarios de hombres y mujeres, pues un factor en apariencia tan sencillo abona a construir un imaginario colectivo que las mujeres son responsables exclusivamente de cuidados en lo privado", recomienda.

Por su parte, Virginia García recalca que los factores que pueden ayudar a que las mujeres no sufran de techos de cemento es socializar a niños y niñas en mismas actividades, para que crezcan sabiendo que tanto liderar como cuidar son actividades que incumben a hombres y mujeres.

“La mujeres no deberían temer descuidar o destruir su familia por tomar oportunidades que las harían crecer a ellas mismas”, dice. Para abonar en esta causa, las empresas tienen que identificar aquellas prácticas que provocan que ellas sientan que sólo son huéspedes y no parte de los espacios corporativos, específicamente -por ejemplo- en redes de networking.

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