En 2020, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística registró que 48.6 millones de personas se identifican como mujeres, de las cuales 72.4% dijo tener al menos un hijo nacido vivo, es decir que 35.2 millones son madres.
Ricardo Bucio, presidente ejecutivo en Centro Mexicano para la Filantropía y antiguo asesor para el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) señala que estas mujeres se enfrentan a un mercado laboral con oportunidades desiguales de encontrar un balance entre su vida personal y su vida profesional, pese a que su voluntad y capacidad cubran los requisitos de cualquier puesto que soliciten.
“A las madres se les ofrecen opciones que son actualmente incompatibles en la práctica, encarándolas después con la responsabilidad de no haber podido cumplir cabalmente con las dos. Es decir, las opciones pasan de ser trabajo o maternidad, a escoger entre menos trabajo (en tiempo, calidad, ingresos, etc.) o menos tiempo con las y los hijos, con previsibles consecuencias tanto para ellas como para sus descendientes”, dice.
Estos resultados, explica no son responsabilidad de la mujer ni de la madre, pero es a ellas a quienes en la práctica se les adjudica el peso total de las consecuencias como si fuera una decisión verdaderamente libre.
“Cuando comuniqué mi estado indique que me encontraba en perfecto estado de salud, nunca oculte información. Soy parte de Recursos Humanos y por eso rechazo tajantemente vulnerar los derechos de cualquier persona y más si es una madre de familia”, detalla María Castro. Al respecto, Bucio explica que el problema no fue que comunicara que estaba embarazada, sino en que los centros de trabajo no han rediseñado los mecanismos excluyentes que siguen definiendo buena parte de las relaciones laborales.
“Son los mecanismos, y no la decisión de la mujer para quien ser madre forma parte de su proyecto fundamental de vida, lo que genera desigualdades que no pueden encontrar justificación porque son consecuencias de algo transformable y que, en tanto tal, puede ser más igualitaria y más incluyente”, dice.