Ciudades contra el acoso callejero
Algunas de las ciudades mexicanas que han llevado a cabo acciones o proyectos para combatir de manera específica una forma de acoso sexual muy común, que es el acoso callejero, han sido Ciudad Juárez, Guadalajara, Querétaro y Ciudad de México.
En el caso de Ciudad Juárez, el Instituto Municipal de las Mujeres (IMM) realizó en el 2017 una investigación llamada
Acoso sexual callejero en el Centro Histórico de Ciudad Juárez: percepciones, manifestaciones, distribución geográfica y aproximaciones,
en la que se encontró que siete de cada diez mujeres se sentían inseguras al transitar por la zona centro y que uno de los principales motivos era precisamente el acoso sexual callejero.
Alejandra Rodríguez Matamoros, directora de comunicación del IMM Juárez, cuenta que con los datos recabados, el instituto diseñó una campaña dirigida a los hombres, ya que ellos cometen 97 por ciento de las agresiones. La pandemia de COVID-19 se atravesó en el camino y el organismo decidió usar las medidas de prevención como el distanciamiento social a su favor llamándola
“Rechazar el acoso callejero también es sana distancia”
e hizo cubrebocas con la frase.
La campaña contó con spots publicitarios e intervenciones en las zonas de mayor incidencia. También tuvo más de 12 embajadoras para difundir el mensaje, como las actrices Ofelia Medina y Morganna Love y la Miss Universo,
Andrea Meza
. En julio de 2021, las actividades finalizaron con una
canción
escrita por los raperos Raprámuri cuya letra menciona “el acoso callejero es un acto de violencia que amedrenta el autoestima y rompe la seguridad”.
Gracias, en buena medida, al impulso del IMM Juárez, para septiembre del 2020 se aprobó la modificación del Reglamento de Justicia Cívica, Policía y Buen Gobierno de Juárez para sancionar el acoso callejero con hasta 36 horas de trabajo comunitario, arresto o multa económica. Pero Rodríguez señala la importancia de no quedarse en la perspectiva punitiva, generar reflexión y cambiar los valores. “Sí es importante lograr hacer cambios en los reglamentos, pero tienen que estar acompañados de cambios culturales porque existen reglamentos y leyes que norman lo que debería de suceder, pero cuando sales a la calle, hay una brecha con lo que realmente ocurre. Con la campaña queríamos generar una reflexión que nos lleve a cambiar toda una serie de valores y de concepciones que nos hacen interrelacionarnos de cierta forma entre hombres y mujeres en el espacio público”, comenta la funcionaria.
Guadalajara es otra de las ciudades mexicanas que ya modificó su reglamento municipal para sancionar el acoso callejero, en 2019. Ese mismo año, el Gobierno de Jalisco comenzó a desarrollar el programa
Puntos Púrpura,
con el objetivo de prevenir el acoso y los abusos sexuales en los autos de plataformas electrónicas. Laura Angélica Pérez, directora de Prevención de las Violencias en la Secretaría de Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres, explica en entrevista que a partir de las denuncias en la Fiscalía obtuvieron datos para diseñar una estrategia de prevención.
Se identificaron las zonas y horarios de mayor incidencia. La mayoría de las mujeres que denunciaron habían solicitado el servicio de coches por aplicación las madrugadas de los viernes, sábados o domingos, y desde zonas con cafés, restaurantes, bares y centros de esparcimiento. Por eso en los alrededores de estos establecimientos se han colocado 13 “tótems” o Puntos Púrpura, con la intención de que sean espacios seguros para que las mujeres esperen el servicio. En cada uno se encuentra una cámara del Centro de Coordinación, Comando, Control, Comunicaciones y Cómputo (C5), un botón de pánico conectado directamente a la policía municipal, mayor iluminación y la posibilidad de cargar el teléfono.
En Querétaro, las acciones contra el acoso han sido impulsadas desde la ciudadanía, en particular por las activistas Ángela Ortiz y Angelina Espejel, quienes trabajan desde 2017 en el proyecto
Siempre Seguras.
Ellas cuentan en entrevista que partieron de la indignación que les generaba la recurrencia del acoso callejero hacia ellas mismas y hacia sus amigas y compañeras. “En una charla resultó que a todas nos habían acosado llegando al trabajo, a todas nos había tocado experimentarlo”, dice Ortiz-Espinoza.
Al querer informarse sobre el tema, las activistas también se dieron cuenta de la ausencia de datos. Por eso decidieron generarlos ellas mismas con monitoreos de redes digitales y luego con el desarrollo de la aplicación Siempre Seguras para mapear los casos, que ya está disponible en todo México para Android. “Los datos nos pueden ayudar a revelar si existen patrones en los lugares donde hay más acoso, a intentar dar una explicación y prevenir a la ciudadanía”, comenta Espejel Trujillo.
En su ciudad lograron una alianza con el Instituto Queretano de las Mujeres para obtener financiamiento y contribuir a visibilizar una problemática que requiere del desarrollo de políticas públicas. Las activistas esperan que, en algún momento, Siempre Seguras sea el primer observatorio nacional de acoso callejero en México, inspiradas en proyectos que ya existen en países de Latinoamérica como
Chile,
Colombia y Uruguay.
Finalmente en Ciudad de México, el gobierno de Claudia Sheinbaum puso en marcha el programa
“Senderos Seguros: Camina Libre, Camina Segura”
, gracias al cual, hasta enero de 2021, se rehabilitaron más de 260 kilómetros de calles y avenidas. Con acciones como la construcción de banquetas, la señalización de cruces peatonales, el bacheo, la pinta de murales y la colocación de cámaras de vigilancia y botones de emergencia, pretende mejorar el espacio público y prevenir las violencias contra las mujeres en las calles.