César Astudillo, académico y abogado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señala que no es cuestión de falta de interés, sino de conveniencia.
"El sistema de normas está construido para que no existan consecuencias ni responsabilidades", dice. Como ejemplo, explica que cuando se estableció el sistema de sanciones en 2006, se dictaminó algunas multas importantes para partidos políticos por infracciones electorales, pero no ha servido para erradicar las conductas que buscaba castigar, pues éstas se pagan con dinero p´´úblico que reciben del Instituto Nacional Electoral y a su vez de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
"El sistema aparenta sancionar. Es más pagar multas, porque es de dinero público, que seguir las normas", afirma.
Entre los casos más recientes destaca el de Samuel García, gobernador electo de Nuevo León, quien el 10 de junio recibió una multa por haber ejercido violencia política de género contra la candidata de Morena, Clara Luz Flores, que contemplaba ofrecer una disculpa pública en un spot con prerrogativas de Movimiento Ciudadano.
No obstante, magistradas y magistrados de la Sala Superior revocaron la medida, por unanimidad, 10 días después. Durante su campaña electoral, García también fue criticado por hacer comentarios sexistas sobre la vestimenta que su esposa, la emprendedora Mariana Rodríguez, utilizó durante una transmisión desde sus redes sociales.
Meses antes, el precandidato a la gubernatura de Guerrero por Morena, Félix Salgado Macedonio, fue cuestionado por acusaciones de violación de por lo menos nueve mujeres que presentaron un proceso jurídico formal, el cual está vigente. No obstante, eso no fue suficiente para que su partido postulara a otro candidato ni para que autoridades electorales rechazaran su precandidatura.
Y años antes, el expresidente Enrique Peña Nieto dijo que "no era la señora de la casa", como excusa a su desconocimiento del precio de las tortillas, sin que recibiera un cuestionamiento por su propio partido.