En México hay 4 millones 600 mil mujeres que decidieron emprender, de acuerdo con el estudio que publicó en julio el Instituto Mexicano para la Competitividad, mientras que de los 4.4 de pymes, 61% son dirigidas por hombres. Asimismo, 82% de las emprendedoras se autodenominan informales.
Y no es por voluntad propia, sino que ellas enfrentan tres principales dificultades para llevar su negocio al mercado formal: costo elevado de trámites administrativos, la falta de acceso a financiamiento y la falta de capacitación en temas como finanzas, contabilidad o desarrollo de negocios.
Pilar Santana es docente, pero con el fin de obtener más ingresos inició la venta de productos de belleza entre sus conocidas desde hace seis años. Sus ingresos se duplicaron con el tiempo y aunque siguen creciendo, no tiene interés en expandir su emprendimiento debido a la falta de tiempo para hacer trámites.
“Yo quería una fuente adicional de ingresos, pero cuando pienso en todos los requisitos que me piden y toda la corrupción que hay que pagar para que agilicen tus trámites o que simplemente te den un permiso estoy segura de que los ingresos que obtengo con mi red de clientas es más que suficiente”, dijo.