El contexto de México
Para su implementación en México, desde 2019 la Embajada Británica se acercó a distintas cámaras empresariales como Coparmex, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) e incluso a la Cámara de Diputados (con la legisladora Patricia Mercado), para asegurarse de que esta metodología -que es gratuita- llegue a las compañías.
“Nos pusimos a organizar y ver opiniones de diferentes personas que trabajaban en empresas británicas en México y por eso decidimos buscar a un aliado que nos ayudará con la implementación en México, con todas sus particularidades culturales”, dijo James.
Fue así que la organización feminista Intersecta se quedó con la licitación y trabajó en la adaptación de la metodología en el contexto mexicano, el cual considera que el nivel de empleo informal en mujeres asciende a 40%, de acuerdo con cifras del Inegi o también que mientras que en Reino Unido la remuneración laboral se paga por hora, en México es por día.
Una vez que una empresa decida probar la metodología, recibirá un documento Excel con fórmulas programadas que les permitirá ver dónde están las diferencias que deben atender en todos los niveles.
Hasta ahora la Embajada Británica en México ha sostenido reuniones con más de 70 empresas que han expresado interés en adoptar el proyecto. Sus nombres serán públicos una vez que las mismas entidades empresariales acepten la visibilidad de su información.
“Nuestros siguientes pasos se enfocan en continuar con la socialización de la metodología con las empresas y centros de trabajo, porque también estamos hablando con dependencias de gobierno como Inmujeres o las secretarías de Gobernación, Hacienda y Economía”, afirma González.
La importancia de este proyecto radica en el proceso de concientización sobre el principio de igualdad de remuneración para un trabajo de igual valor para que, a mediano o largo plazo, no sea sólo una medida de carácter voluntario, sino empujar estas herramientas hacia un nivel de legislación.
Alejandra Padilla, Coordinadora del proyecto de gender pay gap con Intersecta y Co-Fundadora de Recrea, señala que durante la primera fase de la implementación de esta metodología trabajaron con 10 empresas en México, de las cuáles al menos 50% nunca habían tenido ningún tipo de acercamiento con políticas cuyo foco fuera la perspectiva de género.
“En el caso de México, hay empresas que ya llevan mucho trabajo en estos temas, pero la mayoría son compañías ya consolidadas o trasnacionales, lo que deja una enorme oportunidad a las pymes para subirse a estos esfuerzos”, dice Padilla.
Por ello, considera que el único factor que podría facilitar que las pymes ejecuten este tipo de medidas es que cuenten con un equipo de Recursos Humanos bien establecido para que tenga el tiempo y la capacidad de formarse al respecto y porque son los responsables de tomar las decisiones de reclutamiento y ascensos en los centros de trabajo.