El Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (Panaut) puede generar un nuevo problema para el acceso a las telecomunicaciones por parte de las mujeres: acentuar la brecha digital de género. Esta medida obliga a los titulares de las líneas telefónicas a registrar sus datos, incluidos los biométricos, en un registro que operará el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). Quienes no realicen el registro, perderán la línea.
El problema, señalan algunos especialistas, es que parece no contemplar el riesgo de exclusión que puede generar en algunos grupos de población que viven en zonas alejadas o vulnerables y que expone a miles de personas, sobre todo mujeres, a quedar desconectadas en caso de que no puedan hacer el registro.
Alejandro González, analista de Digital Policy Group, ve riesgos, sobre todo, para las mujeres en zonas rurales, ya que para ellas es más complicado trasladarse a un municipio donde exista infraestructura que las conecte a internet, en caso de que se realice de esa forma el registro.
Además, agrega González, muchas de ellas no cuentan con las habilidades técnicas necesarias para hacer un registro por sí solas debido a los niveles de analfabetismo digital que prevalecen en México. “En muchos casos, son mujeres que viven solas con sus hijos y que hacen uso de la telefonía para comunicarse que se migraron a Estados Unidos para trabajar desde allá”, dice sobre la falta de cobertura en ciertos espacios de la República. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estad´ística y Geogragía, 6 de cada 10 mujeres rurales viven en pobreza.