Martín del Campo llegó a un acuerdo con los caseros que rentan el local donde está ubicado Cascabel, en Park Plaza de Santa Fe. “Acordamos que íbamos a pagar un 12% de las ventas”, de esa forma por lo menos una parte de su gasto operativo es proporcional a los ingresos que genera el restaurante.
Con los proveedores también llegó a un entendimiento en el que, desde septiembre de 2020, las compras de insumos se hacen al día con el fin de adquirir únicamente lo que necesitan.
“Cascabel vive al día, pero no tiene deuda”, afirma.
Por último, la cabeza del restaurante decidió solicitar más dinero a los socios. De los ocho asociados, sólo tres decidieron poner una parte adicional, la cual está siendo liquidada ahora que el sector pudo operar con normalidad debido a que Ciudad de México pasó a semáforo amarillo.
No ha sido fácil. La empresaria asegura que no ha recibido sueldo desde hace un año y que gracias a los intercambios con las marcas ha podido tener ingresos para cumplir con sus compromisos personales.
Por su parte, María Elena Lugo, fundadora y chef del restaurante Nicos, asegura que al igual que mujeres mexicanas “que hacen rendir el presupuesto de sus familias”, ella ha buscado la forma de que el restaurante que fundó con su hijo Gerardo Vázquez sobreviva.
“La pandemia nos dejó seguir buscando y creando platillos de lo que que tengamos en el restaurante. Además, por el tema asociado a la salud, buscamos eliminar grasas y ahora los platillos no tienen nada de grasa adherida”, cuenta.
Nicos ha recibido un golpe económico muy fuerte y de acuerdo con su fundadora todavía falta mucho que abonar a sus proveedores, de los que recibieron créditos a tasas preferenciales. “Pedimos créditos a bancos, pero a la larga nos convino más negociar directo con los proveedores pues ellos saben bien por lo que la industria está pasando”, explica.
Al respecto, el estudio 'Experiencias para el cliente: el ‘ingrediente’ de los restaurantes en 2021', que publicó Deloitte en enero asegura que frente a las constantes restricciones del consumo presencial de alimentos, los miembros de la industria se vuelcan a un modelo de negocio a domicilio.
“Sin embargo, sólo unos cuantos han podido tener ganancias y crecimiento en este entorno: aquellos que se han asegurado de brindar buenas experiencias a sus comensales, aun en casa, revisando que los alimentos "viajen bien" hasta los domicilios, que lleguen calientes y mantengan el sabor y la presentación que los caracterizan”, tal como narra Martín del Campo que trasladó la experiencia del “bien comer” a casa.
Otros restaurantes han creado paquetes a domicilio que incluyen platillos con bebidas y postres, todo acompañado de una presentación estética para mayor disfrute de los comensales. De esta forma, la industria logró que 20% de sus compras, se dieran en linea, según la Cámara Nacional de la Industria de restaurantes y alimentos (Canirac).