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¿Puede el Open Finance romper los sesgos de género?

Tradicionalmente los productos financieros han sido diseñados con un enfoque genérico que no siempre toma en cuenta las particularidades de diferentes grupos demográficos.
jue 12 septiembre 2024 06:01 AM
¿Puede el Open Finance romper los sesgos de género?
La desigualdad financiera que afecta a las mujeres es un problema estructural que tiene sus raíces en diversos factores como son: la brecha salarial, la informalidad laboral, la falta de independencia económica y la violencia de género, considera Beatriz Durán.

En algunos sectores, como la industria financiera, los sesgos de género siguen siendo persistentes y difíciles de erradicar. En México, por ejemplo, las mujeres ganan en promedio un 16% menos que los hombres; esta disparidad económica se intensifica con la falta de acceso equitativo a productos y servicios financieros, tales como financiamiento, seguros e inversiones. Afortunadamente, existen diversas vías para reducir estos sesgos, y hoy quiero centrarme en una de ellas: el Open Finance.

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El Open Finance tiene el potencial de democratizar el acceso a una amplia gama de productos y servicios personalizados. Tradicionalmente, los datos financieros estaban resguardados como en una "caja fuerte", inaccesible para muchos. Sin embargo, con el Open Finance, esta información puede compartirse de manera segura y controlada, facilitando el acceso a nuevos productos de forma más rápida y más barata, y abriendo así nuevas oportunidades para incrementar el patrimonio personal.

Un traje a la medida

Tradicionalmente, los productos financieros han sido diseñados con un enfoque genérico que no siempre toma en cuenta las particularidades de diferentes grupos demográficos. Las mujeres, por ejemplo, a menudo tienen patrones de ahorro, gasto y necesidades diferentes a los de los hombres. La posibilidad de diseñar productos que reflejen estas realidades no solo mejora la inclusión, sino que también promueve una mayor competitividad.

Sin embargo, hoy son pocas las instituciones financieras que tienen productos o soluciones pensadas sólo en mujeres. Y esto sucede porque las decisiones sobre el diseño y oferta suelen tomarse en espacios donde predominan los hombres, lo que limita la perspectiva de género y perpetúa los sesgos inconscientes que subestiman su poder adquisitivo, cuando en realidad representan una parte significativa de la población económica activa.

Entre disparidades

La desigualdad financiera que afecta a las mujeres es un problema estructural que tiene sus raíces en diversos factores como son: la brecha salarial, la informalidad laboral, la falta de independencia económica y la violencia de género. Estas causas no solo limitan su acceso a productos financieros, sino que también perpetúan un ciclo de vulnerabilidad que incide en el desarrollo económico del país.

La disparidad en los salarios sigue siendo una de las causas más evidentes de la desigualdad financiera. Las mujeres, en promedio, ganan menos que los hombres, incluso, cuando realizan trabajos equivalentes. Este hecho no solo limita su capacidad de ahorro e inversión, a la par, disminuye su posibilidad de cumplir con los requisitos para acceder a productos financieros.

Por su parte, la informalidad laboral, la violencia de género y la dependencia económica propician la falta de acceso a recursos y con ello, no sólo se restringe la oportunidad de contar con servicios financieros, sino que también coloca a las mujeres en una posición de desventaja.

Open Finance, un catalizador del cambio

El Open Finance constituye un catalizador con el suficiente potencial para detonar el cambio estructural que podría, finalmente, derrumbar los sesgos que han limitado el acceso de las mujeres. No olvidemos que en el centro de muchas de las desigualdades y violencias está la limitante financiera, y al abrirle las puertas a mujeres en condiciones de vulnerabilidad, muchas de ellas jefas de familia, también la industria financiera está sentando las bases para que muchas familias mexicanas tengan una mejor calidad de vida.

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La innovación y el uso de la tecnología han sido dos premisas bajo las cuales el sector financiero se construyó y ha ido evolucionando. Con el Open Finance, la industria puede convertir los retos en oportunidades y voltear a ver a sectores que había sido excluidos, para incluirlos, y además tener una empresa rentable.

Las mujeres suelen tener mejores puntuaciones en los pagos de crédito, suelen administrar mejor sus gastos y destinan una buena parte de sus ingresos al bienestar de sus familias, esto pone aún más el acento en las razones para invertir en productos pensado en ellas. Y no hablo de etiquetas rosas, sino de productos que verdaderamente correspondan a las problemáticas que tienen las mujeres de hoy.

Tenemos grandes retos por delante pero para poder perfilar los productos que necesitamos, acorde a la realidad que vivimos y tener toda ese inteligencia automatizada que nos permita contar con una industria financiera más eficiente, es necesario aprovechar al máximo el poder transformador del Open Finance, eso nos va permitir avanzar hacia un futuro donde el género no sea un obstáculo, sino una oportunidad.

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Nota del editor: Beatriz Durán es Vicepresidenta del Comité de Open Finance para Fintech México. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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