Ana González: operadora
Los días de trabajo de Ana González empiezan tras el volante de los emblemáticos camiones rojos de Coca-Cola, en sus rutas de reparto. Luego, la jornada transcurre en las entregas de la mercancía y muchas de esas implican cargar los botellones de 20 litros que se entregan en la puerta de cientos de familias mexicanas. Todo con la fuerza de una mujer.
“Nos entrenaron para saber cómo manejar las cajas de mercancía para no lastimarnos. Tenemos, además, todo el equipo de protección”, narró Ana González a la audiencia. De igual manera, la capacitaron para conducir las unidades de carga.
Ana entró a Coca-Cola FEMSA como ayudante en las líneas de reparto de productos a casas. Así fue desarrollándose en la empresa hasta recibir la capacitación que la acreditó como conductora, un empleo que combina las actividades físicas con las de responsabilidad, una ocupación que durante mucho tiempo fue exclusivamente de hombres, hasta que mujeres como Ana han cambiado la dinámica.
¿Su satisfacción de todos los días? El reconocimiento de su trabajo por parte de los clientes. “Otras mujeres, niñas y niños, y también hombres se sorprenden cuando me ven conduciendo el camión por las calles o moviendo la mercancía. Reconocen a una mujer haciendo este trabajo y les gusta”.