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Subrepresentadas y cuestionadas: así trabajan las mujeres en la musical

En 2019, sólo 21% de todos los artistas que lanzaron material nuevo son mujeres, 12% son compositoras y sólo 2% de las mujeres son productoras.
mié 24 noviembre 2021 05:06 AM
Subrepresentadas y cuestionadas: así trabajan las mujeres en la musical
Subrepresentadas y cuestionadas: así trabajan las mujeres en la musical

“A todas en la industria nos ha tocado encontrarnos con hombres que nos exigen que les digamos nombres de bandas, su discografía entera y más cosas sólo porque nos ponemos una playera con su logotipo”, cuenta Estefania Torres, press manager independiente.

Desde hace siete años, Torres ha trabajado en diversas agencias que le permitieron formar un portafolio con la representación de varias bandas como Los Mundos, Plantamos, Miranda Villalobos, Así Así, Gravité, Dimitri Berzerk o Johnny nasty boots. Desde 2019 decidió ser independiente y además del reto que implica generar una agenda propia, lograr que clientes le paguen en tiempo y forma y encontrar espacios para artistas emergentes, también se ha enfrentado con actitudes que menosprecian su labor.

En más de una ocasión, representantes de medios se han dirigido a ella para preguntarle por un superior que sea capaz de resolver un problema en específico. Recuerda un episodio en el que estando en un festival en Acapulco, un conductor de radio quería entrevistar en ese momento al artista que ella representaba, pero que aún no había llegado. Cuando Torres le explicó lo sucedido él, molestó, pidió hablar con su jefe pese a que ella era la responsable del área.

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“Después de que le expliqué tres veces que no tenía jefe y que cualquier cosa que necesitara yo lo ayudaría, se fue molesto no sin antes tocarme la cabeza como si fuera una mascota. No sólo rompen la barrera de respeto a mi trabajo, sino hasta una barrera física muy clara que nadie debería violar”, explica en entrevista con Expansión Mujeres.

Asimismo, reconoce que encontrar clientes es más difícil porque estos suelen buscar perfiles de hombres con experiencia y contactos más influyentes. “El problema es que son los mismos señores recomendando a los que siempre representan en el medio”, dice.

Ana Rivero, representante del Grupo Bengala, asegura que ahora conoce a más mujeres que se dedican a lo mismo que ella, pero sigue siendo común que en las agencias en las que ha trabajado desde hace 13 años sea la única mujer en los equipos.

El estudio ‘¿Equidad en las disqueras?’, realizado por la iniciativa Annenberg Inclusion de la Universidad de California, mostró que en 2019 sólo 21% de todos los artistas que lanzaron material nuevo son mujeres, 12% son compositoras y sólo 2% de las mujeres son productoras. En México no existen cifras desagregadas por sexo que aborden específicamente la desproporción de espacios que ocupan hombres y mujeres entre las 126,000 personas que se dedican a la música y que tienen en promedio 38 años, pero se sabe que 95% no tiene acceso a instituciones de salud como prestación laboral, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI, en 2020.

“Las cosas están cambiando, en los últimos dos años hay cada vez más mujeres promotoras, productoras y directoras de disqueras, y eso anima, pero la verdad es que aún son minoría”, afirma Rivero.

La representante ha tenido que sortear episodios que no tienen que ver con el resultado de su trabajo, pero que sí la ha afectado en este terreno: desde el caso de un promotor que le hacía comentarios sobre cómo lucían sus piernas en las fotografías que ella subía en su cuenta personal de redes sociales, hasta aquél que, después de no haber cumplido con un contrato, la acusó con su jefe por haber cancelado un evento.

El promotor incumplió y cuando Rivero le notificó que así no podían seguir con el acuerdo, acudió con su jefe y dijo que por eso no le gustaba trabajar con mujeres porque seguro “estaba en sus días o sin coger”.

“Cuando tú como mujer exiges cosas que, por contrato, se tienen que dar, tú eres la loca. Pero cuando tu par, tu colega o tu jefe hombre pide lo mismo, a él le responden bien”, afirma.

Desde el mundo editorial también se buscan más espacios donde mujeres se puedan desenvolver con seguridad. Es el caso de Cecilia Velasco, directora general de la Revista Marvin, una publicación especializada en música.

Luego de que Velasco ejerció un tiempo como publicista, decidió tomar la invitación para aterrizar el proyecto naciente y que acaba de cumplir 20 años. El objetivo principal, dice, era transmitir cultura y abrir ventanas para propuestas en ascenso.

Sin embargo, advierte que hace dos décadas no estaba consciente de la desigualdad que viven las mujeres respecto a los hombres, no sólo en el medio, sino como una condición que atraviesa la vida de todas.

“Antes vivías cosas y las pasabas, primero por sobrevivencia o por encajar en el equipo. Con tal de entrar al ‘club de toby’ tuve que aguantar muchos maltratos que venían de hombres que eran los jefes o responsables de los proyectos en los que quería involucrar a la revista”; dice sobre su experiencia de ser emprendedora y editora en una industria que, como cualquier otra, ha estado acaparada por hombres históricamente.

Para Velasco esos maltratos, que incluyeron bromas inapropiadas y gritos en espacios formales de trabajo, eran parte de una dinámica más “casual” por formar parte de un sector creativo. Asegura que ese momento no estaba enterada sobre teoría feminista que habla de la división de trabajo y tampoco había tanta visibilidad al respecto. No obstante, al armar las portadas y los temas sí notaba que eran muy pocas mujeres con cobertura en comparación de los hombres, en una relación de 30-70% respectivamente.

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La resistencia de mujeres desde la música

Estefanía Torres optó por crear un círculo de lectura y escucha de música. “Es importante que las mujeres nos instruyamos si nos queremos dedicar a esto, pero también es relevante compartir espacios donde nos sintamos seguras y cómodas de compartir nuestros pensamientos y dudas, sin que cuestionen lo mucho o poco que sabemos de música”, dice.

Velasco, por su parte, encontró en el Festival Marvin, un evento que surgió hace 10 años para reunir a gran parte del talento sobre el cual publicaban en la revista, un espacio equitativo en donde en cada edición se han asegurado de que el cartel cuente 50% de artistas hombres y 50% de mujeres.

Para Ana Rivero una vía de inicio es el cambio de chip al hablar del trabajo que hacen las mujeres en la industria. “Es verdad que ya hay bandas de mujeres, sólo tienen menor exposición; aun así, deberíamos dejar de decir ‘mira, esa banda de puras morras’ para mejor fijarnos en que tocan muy bien, porque nunca escucho que digan lo mismo de bandas en las que toquen puros hombres”, asegura.

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