¿Es caro implementar un protocolo contra el acoso sexual?
Para Jorge Alfredo Fernández, socio líder de Responsabilidad Corporativa y Diversidad e Inclusión en PwC México, la inversión en la cultura es uno de los presupuestos más importantes para una empresa y también uno de los retos más importantes por lograr.
Las multinacionales van de avanzada en la aplicación de programas de acción en contra de este tipo de conductas, punibles en términos legales. La razón, señala el especialista, es que cuentan con el músculo financiero para su implementación, aunque también es posible para pymes y empresas familiares hacerlo.
“Pueden recurrir a
capacitaciones gratuitas
por parte de la Secretaría de Trabajo (STPS) o armar un presupuesto que ronde lo mismo que cuesta otro tipo de capacitación que ya hayan hecho antes y que puede ir desde los 50,000 pesos hasta los 200,000”, afirma.
Por ejemplo, desde que AT&T llegó a México en 2015, introdujo un plan de respuesta a estos casos específicos. Con base en su política de tolerancia cero hacia el acoso laboral y sexual en los espacios de trabajo, desplegó líneas de denuncia anónima para poder dar seguimiento a cualquier caso en el que un colaborador se sienta incómodo o agredido.
“Creemos que no basta con dar seguimiento y castigar, sino también educar y prevenir, por eso brindamos capacitación continuamente al equipo de liderazgo en temas de diversidad e inclusión con el fin de crear consciencia, generando espacios seguros y de confianza para todas las personas de la empresa”, asegura Josune González, gerente de Diversidad e Inclusión en AT&T México.
Asegura que durante la tropicalización de las medidas que vienen de Estados Unidos a México, AT&T empezó por difundir con campañas de comunicación cuál es la definición de acoso sexual que será sancionada, pero también de otros comportamientos no deseables.
“Hacemos capacitaciones anuales y obligatorias sobre este tema específicamente (acoso sexual) y en cada una me he dado cuenta de que muchos colaboradores aseguran que no sabían que cierta conducta podía ser considerada una acción, es por eso que las actualizaciones en esta materia son tan constantes, hay mucho desconocimiento”, dijo.
Según Josune, cuando habilitaron la linea de seguridad recibían un promedio de 50 quejas por semana, una cifrada elevada, sin embargo, éstas no se trataban de casos que respondieran a la definición precisa de acoso sexual. “Desde la primera capacitación que vimos te puedo decir que vimos cambios, y aunque recibimos muchas menos llamadas, todas correspondían efectivamente a casos de efectos, de las cuales, además 97% de resolvieron a favor de las víctimas”.