“Yo soy contadora y administradora de empresas y la verdad el mundo de autos nunca me llamó la atención, pero a mi marido sí. Hace años cuando éramos novios yo veía que a él le apasionaba y empezó a hacer trabajos individuales de mecánica, pero no había pensando en la opción de dedicarse a ello como negocio. Él quería desarrollarse en mecánica, pero tenía cero bases para armar un negocio”, explica sobre el origen de su proyecto, AMC Performance Garage.
La ahora especialista en mecánica vio la mayor oportunidad de negocios cuando una vez, en su trabajo, le preguntaron si recomendaría a algún mecánico y ella refirió a su pareja, sin decirles el vínculo que les unía. En un sector que no goza de mucha confianza, la recomendación y el buen servicio fueron la clave.
Pero AMC Performance Garage no es cualquier taller, sino uno fundado y codirigido por una mujer. Y, en palabras de Catalán, ese factor fue precisamente el decisivo para el crecimiento de su proyecto.
"Las mujeres siempre queremos la historia completa, el detalle información que es vital a la hora de saber qué pasa con un auto. Me involucro con su necesidad, ya que el auto es vital para la familia y en el día a día siempre se entrega un auto y al día siguiente tomo el teléfono llamo al cliente para saber si está todo bien y eso les encanta", asegura.