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Sí se puede perder el miedo a no tener un ingreso para emprender

Contar con ingreso fijo y prestaciones de ley son parte de elementos que pueden brindar estabilidad a mujeres, pero existen otras opciones.
mar 20 abril 2021 08:44 PM
Sí se puede perder el miedo a no tener un ingreso para emprender
Sí se puede perder el miedo a no tener un ingreso para emprender

Cerca de 26 millones de mujeres no generan ingresos propios en México; además, sólo 4 de cada 10 mujeres forma parte del mercado laboral y de ellas, sólo 6% gana más de 12,000 pesos mensuales, de acuerdo con Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.

“La asignación social del cuidado del hogar y la familia ha condenado a la mujer a ser dependiente por no tener ingresos y quedarse en el hogar a ejecutar tareas domésticas”, acusa la organización mientras también apunta que quienes sí trabajan lo hacen en condiciones de precariedad como:bajos salarios (72%), sin seguridad social (62%), sin contrato estable, en horarios rígidos, y sin defensa ni representación sindical.

Por esto y más, emprender puede ser una opción para algunas mujeres de generar ingresos y mejores contextos de empleabilidad para sí misma, y con el tiempo, ser una fuente de trabajos con la misma progresión de condiciones para otras mujeres.

“Yo salgo de la empresa por temas de la pandemia. Me dedicaba a organizar eventos y me despidieron el año pasado por justamente se canceló todo lo que podíamos hacer, entonces me despidieron, dijo Elizabeth Cruz, experta en Marketing y Relaciones Públicas.

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Pese a tener experiencia en por lo menos 10 sectores distintos, Elizabeth cuenta en entrevista con Expansión Mujeres que llevaba más de dos meses postulándose a todas las vacantes relacionadas con su expertise, incluso le pedía hacer pruebas que involucraran planeación estratégica o la creación de un calendario de contenidos muy detallado para que después le dijeran que estaba sobrecalificada.

“No, no perdí la fe en encontrar empleo, me postulé más de 100 veces, hice pruebas, proyectos, comunicados, traducciones y hasta planeaciones con la esperanza de ser contratada. Me preguntaba si tenía la suficiente experiencia para ser atractiva para algún empleador. También me preguntaba si tenía los suficientes soft skills pero, cómo lo sabrían los empleadores si algunos ‘me decían gracias por postularte, ya elegimos a otro candidato’”, narró laespecialista en RP.

Y cuando las dudas se multiplicaban, conocidos, amigos, excolegas suyos se acercaban para solicitar “apoyo” en proyectos. Accedió, ellos pagaron, pero ella seguía buscando un empleo formal.

“Este mensaje es para ti que no encuentras trabajo, que estás sobre calificado o que simplemente la vida te está gritando POR AHÍ NO ES. Me di cuenta que lo único que tenía era miedo a perder la seguridad económica de un depósito quincenal, fondo de ahorro, seguro”, dice Elizabeth luego de que su esposo le señalara que actualmente, un año después de haber quedado desempleada, ya genera más ingresos que cuando trabajaba en un corporativo.

¿Qué era lo que Elizabeth necesitaba entonces? Además de la seguridad de una quincena en tu cuenta bancaria, le hacía falta cubrir su sentido de pertenencia.

“Necesitamos un lugar a donde pertenecer. Yo lo descubrí porque ya tenía un salario, tenía cubiertos los gastos e incluso hasta seguro médico, pero vi que era un tema mío porque quiero ser reconocida y pertenecer a un lugar. Sin embargo, ahora tengo clientes que confían en mi trabajo y que lo recomiendan a otras personas. Además, lr doy empleo a cuatro personas más, ése es el reconocimiento que tengo ahora”, dijo.

Para Elizabeth Cruz, quien tiene una familia, emprender no fue su primera opción, pero en cuanto alineó toda su energía y esfuerzos a ese objetivo, las cosas empezaron a fluir.

“Todos los clientes que me han llegado son por recomendación, tenía 11 años que no estaba en casa tanto tiempo. Además, me sigo preparando, por eso en algún momento pensé en lo que necesitaba para trabajar como crear una página web por si llegan clientes más grandes, estructurar bien mis redes sociales, etc”, asegura.

“El emprendimiento es una búsqueda incansable de conocimiento, de clientes, innovación, de seguir aprendiendo, de hacer crecer tu negocios”.

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¿Qué tiene que suceder para que tu mente domine el miedo?

Claudia Sierra, experta en mentorías a emprendedoras y autora de "Querer, poder y saber emprender", señala que el primer paso es robustecer la confianza en una misma.

“Tenemos que comenzar con el querer emprender y para ello se tiene que generar la confianza en que una misma puede generar los ingresos que se necesita para sobrevivir y hacer crecer tu proyecto”, recomienda considerando orientación técnica sobre negocios, pero también psicológica.

En segundo lugar, sostiene, hay que planear tu vida, no sólo el negocio que quieres emprender. “Delimita objetivos a corto y mediano plazo de tu vida personal, porque no puedes cargar con un proyecto empresarial sin haber definido a dónde quieres ir en tu vida”.

Por último, antes de hacer un plan de negocio, se tiene que hacer un modelo de negocio, de acuerdo con la experta.

Recomienda comenzar con el Modelo de negocio del lienzo (disponible aquí )

“El modelo tiene nueve componentes y nos da un boceto de nuestro proyecto, el plan de negocios nos ayuda a definir esas líneas para ejecutar el proyecto”.

Claudia sostiene que los nueve componentes del modelo son: segmentación del mercado, propuesta de valor, determinar canales de distribución, la relacionaron con el cliente, cuáles serán las fuente de ingresos, actividades claves, qué recursos clave usarás, cuáles serán las alianzas estratégicas y establecer una estructura de cobro.

“Cuando pasas al plan de negocios contemplas, la descripción y justificación de la empresa, la definición del mercado y productos, plan de operación, organización y administración de recursos humanos, Contabilidad y Finanzas, proyecciones a corto y mediano plazo (1 año a 5 años), aspectos legales y diagrama para ver en qué tiempo se tiene que cumplir los objetivos.

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Diez años después de haber emprendido

Ale Marroquín se desempeñó en el sector financiero durante 18 años hasta que un día decidió que quería emprender su propio negocio.

Y que lo decidiera en un día es sólo un decir, pues en entrevista con Expansión contó que una vez que tomó la decisión siguieron varios meses de ardua planeación.

“Yo vengo del medio financiero, me dedica a las ventas, a crecer las carteras de inversión y a brindar atención a clientes. Mientras estuve ahí veía que no todas las personas podían cerrar un trato o que a veces no sabían ni siquiera cómo redactar un correo electrónico, por eso decidí que lo que realmente quería hacer es formar una consultoría”, dijo.

Antes de aventarse al ruedo del emprendimiento, Alejandra tomó cursos en México y Estados Unidos durante por lo menos un año, empezó con el diseño de su página web y se aseguró de no tener deudas.

Además, se dio a la tarea de aprovechar sus redes de colegas y conocidos para avisarles, antes de salir, que ofrecería sus servicios, primero dando talleres y luego como consultora.

“Cuando arranque la gente de mis círculos me empezó a conectar con prospectos y todo fluyó muy bien. En el primer año dí 11 cursos en toda la República”, dijo.

Ahora, 10 años después Ale recomienda tres acciones a las mujeres que aún están planeando un emprendimiento propio.

  1. Asegúrate de haber entendido por completo lo que el cliente quiere y que ellos hayan entendido lo que tú ofreces.

“Una vez, en mi primer año con el proyecto, cerré dos cursos. Cuando llegué al primero empecé a ver que las personas se reían. Al día siguiente hablé con el cliente, todo muy incómodo;le conté lo sucedido y los planes que tenía para ajustar en el segundo curso pactado y él me dijo que ya no habría tal. Me morí de vergüenza, pero no me volvió a pasar que los clientes o yo tuviéramos expectativas distintas a las pactadas”, dijo.

  1. Empezar desde lo más básico

“No te quieras salir a hacer algo grande y enorme de inicio, por ejemplo, en rentar una oficina o contratar inmediatamente a una plantilla que requiere de prestaciones y seguridad social. Ahora más después de la pandemia, la mayoría de las personas atienden asuntos vitales vía virtual, y si no, no quieren ir a tu lugar de trabajo”, recomendó respecto a la administración de recursos vlave.

  1. Creer en ti y en lo que haces

“Cuando empecé algunos conocidos me decían que cobraba muy caro para estar empezando, pero tengo 18 años de experiencia y la gente te hace pensar que deberías malbaratar tu trabajo. Todos te quieren pagar menos y tienes que creer en el valor de tu trabajo porque no dura ningún negocio que no sostiene un buen ingreso”.

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