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Liderazgo femenino auténtico: estrategias para influir y destacar en negocios

Rocío Aquino,fundadora de For The Highest Good, explora cómo las mujeres pueden construir liderazgo auténtico alineando valores, estableciendo límites y comunicando con claridad en entornos exigentes.
mar 01 octubre 2024 03:52 PM
Rocìo Aquino, escritora y coach
Rocìo Aquino, escritora y coach

"El liderazgo auténtico no es simplemente ocupar un puesto de poder; es ser capaz de influir y transformar manteniéndose fiel a tus valores y propósito." Con esta declaración, Rocío Aquino —escritora, coach y fundadora de For The Highest Good LLC— introduce su visión sobre lo que significa liderar con autenticidad en un entorno donde la presión por encajar suele forzar a las mujeres a ajustar su estilo de liderazgo para cumplir con las expectativas tradicionales. Desde su oficina en Los Ángeles, Rocío comparte cómo integrar la autenticidad en cada decisión estratégica puede marcar la diferencia en la manera en que las mujeres se posicionan y expanden su influencia.

Hoy en día, donde solo el 28% de los puestos directivos globales son ocupados por mujeres, muchas enfrentan el dilema de si deben moldear su liderazgo para alinearse con el enfoque tradicionalmente competitivo y dominante. Sin embargo, Aquino propone que liderar con autenticidad no es una debilidad, sino una ventaja estratégica. En esta entrevista, nos desglosa los elementos fundamentales de construir un liderazgo que, en lugar de adaptar a las mujeres a un molde preestablecido, les permita redefinir las reglas del juego, partiendo desde su verdadero ser.

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¿Cómo se puede construir un liderazgo auténtico cuando hay tanta presión para adaptarse a un estilo más tradicional?

La clave está en entender que la autenticidad no significa simplemente “ser uno mismo” sin filtro. Implica tomar decisiones estratégicas basadas en tus valores y objetivos, incluso cuando eso implique desafiar la norma. Muchas mujeres se sienten obligadas a adoptar estilos más agresivos o competitivos porque es lo que se ha visto tradicionalmente en entornos corporativos. Pero el liderazgo auténtico es, en realidad, un diferenciador. Implica tener la capacidad de adaptarte al entorno, sin perder tu esencia y comunicar de forma clara lo que representas como líder.

El primer paso para construir un liderazgo auténtico es identificar tus principios fundamentales. Si, por ejemplo, valoras la colaboración por encima de la competencia, debes buscar formas de integrar esa perspectiva en tu estilo de liderazgo, incluso en contextos donde se prioriza la competitividad. Al final, se trata de alinear tus acciones con lo que verdaderamente te representa, lo cual te permite liderar con más coherencia y ganar la confianza de tu equipo.

¿Cómo se puede mantener la autenticidad en contextos de alta presión, donde parecer “demasiado humana” podría ser interpretado como una debilidad?

El desafío está en ser estratégica con tu autenticidad. Mostrar humanidad no significa ser menos profesional. Implica entender cómo y cuándo es más efectivo mostrar ciertas facetas de ti. Por ejemplo, en un entorno de alta presión, un líder auténtico no se derrumba ante el estrés, pero tampoco pretende tener todas las respuestas. En cambio, reconoce las limitaciones y busca soluciones en equipo, demostrando empatía y resiliencia. Esta forma de liderazgo no solo es más sostenible, sino que también crea un entorno más inclusivo y colaborativo.

Además, mantener la autenticidad bajo presión requiere una base sólida de autoconocimiento. Debes estar muy consciente de cuáles son tus detonantes y cómo te afectan. Al anticipar cómo reaccionas ante el estrés, puedes preparar estrategias para mantener la calma y tomar decisiones que reflejen tu liderazgo auténtico, en lugar de actuar impulsivamente.

¿Qué consejos darías para que las mujeres puedan construir un liderazgo auténtico en entornos corporativos tradicionales?

Primero, construye credibilidad basada en resultados. La autenticidad no significa ignorar las expectativas del entorno. Si demuestras que eres efectiva y confiable, ganarás el margen para liderar desde un estilo diferente. Segundo, sé clara en tus límites. Decir “no” cuando es necesario y mantener tu posición fortalece tu reputación como alguien firme y auténtica. Y tercero, comunica tu visión de manera consistente. Liderar con autenticidad implica ser clara sobre lo que te motiva y lo que te importa, para que las personas puedan ver la coherencia entre lo que dices y lo que haces.

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El liderazgo auténtico en un entorno tradicional no se construye de la noche a la mañana. Requiere paciencia y persistencia. Pero cuando lo logras, la recompensa es un nivel de influencia que no se basa solo en el título que tienes, sino en la confianza que generas.

¿Cómo pueden las mujeres incorporar la autenticidad en su estilo de comunicación, especialmente en situaciones de conflicto?

La comunicación auténtica es transparente y se enfoca en los hechos, no en las emociones. En situaciones de conflicto, ser auténtica no significa ser complaciente, sino expresar tus puntos con claridad y firmeza, sin perder de vista el respeto por la otra persona. Una estrategia es preparar tus mensajes clave de antemano, de manera que puedas enfocarte en el objetivo de la conversación y no te dejes arrastrar por el momento. La autenticidad en la comunicación también implica escuchar de manera activa y responder con intención, en lugar de reaccionar.

Cuando demuestras que puedes ser firme y empática al mismo tiempo, tu comunicación se convierte en una herramienta de influencia. Incluso en conversaciones difíciles, ser coherente con tus valores te permite gestionar los conflictos de manera que fortalezcan tu posición en lugar de debilitarla.

En un entorno donde la competencia es alta, ¿cómo pueden las mujeres establecer su autenticidad como un valor agregado y no como un obstáculo?

El valor de la autenticidad radica en que permite a las mujeres diferenciarse. La autenticidad genera confianza y la confianza es el fundamento de la influencia. En un entorno competitivo, es fácil caer en la trampa de la comparación constante. Pero el liderazgo auténtico se construye en reconocer lo que solo tú puedes aportar. Eso significa no solo conocer tus fortalezas, sino también estar dispuesta a mostrar vulnerabilidades de manera estratégica. Por ejemplo, admitir que necesitas apoyo en ciertas áreas no es una debilidad; muestra que eres consciente de tus capacidades y abierta a aprender.

Cuando las mujeres lideran con autenticidad, sus equipos son más leales y están más comprometidos. La autenticidad, bien comunicada, se traduce en un estilo de liderazgo que no busca imponerse, sino influir desde la coherencia y la transparencia.

¿Cómo pueden las mujeres jóvenes que están comenzando sus carreras integrar la autenticidad en sus primeras experiencias de liderazgo?

El primer paso es no sentir que tienen que saberlo todo. Muchas mujeres jóvenes piensan que para ser vistas como líderes, deben tener respuestas inmediatas para cada situación. Sin embargo, un verdadero liderazgo comienza con la curiosidad y la disposición a aprender. Establecer un liderazgo auténtico desde el principio implica preguntar, escuchar y conectar con las personas, en lugar de tratar de imponer una visión.

Otra estrategia es definir claramente tus principios, incluso si estás en un rol de menor nivel. Por ejemplo, si valoras la honestidad, asegúrate de que tu comunicación refleje eso, incluso en correos electrónicos o reuniones menores. Las pequeñas acciones coherentes son las que construyen una reputación de liderazgo auténtico desde el inicio.

¿Qué errores ves con más frecuencia en mujeres que intentan liderar con autenticidad y cómo pueden evitarlos?

Un error común es confundir autenticidad con espontaneidad sin filtro. Ser auténtica no significa decir todo lo que piensas en cualquier momento. La autenticidad debe ser estratégica. Otro error es tratar de complacer a todos. Liderar con autenticidad no implica ceder en cada decisión para mantener la armonía. Se trata de tomar decisiones difíciles con integridad y estar dispuesta a ser firme, incluso si eso significa no agradar a todos.

Evitar estos errores implica desarrollar un balance entre ser transparente y ser estratégica. El verdadero liderazgo auténtico se construye cuando encuentras la manera de ser tú misma, pero con una visión clara de tus objetivos y cómo tu estilo puede contribuir a alcanzarlos.

Estrategias para construir un liderazgo auténtico y estratégico

  1. Define tus principios fundamentales y usa esos valores como guía. La autenticidad no es actuar de manera impulsiva; es alinearte con tus valores en cada decisión que tomes.
  2. Comunica de manera estratégica. Sé transparente, pero elige tus palabras con intención para reflejar tu profesionalismo y tu autenticidad.
  3. Establece límites claros. Un liderazgo auténtico sabe cuándo decir “no” para proteger sus principios y prioridades.
  4. Incorpora tus fortalezas únicas. Usa lo que te hace diferente como una ventaja competitiva.
  5. Sé firme en los conflictos, pero abierta a escuchar. La autenticidad implica ser respetuosa, pero no complaciente.
  6. Reconoce tus vulnerabilidades de manera estratégica. Mostrar dónde necesitas apoyo refuerza tu autenticidad y tu disposición a crecer.
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