Por otro lado, en la agroindustria, un sector crucial para la economía mexicana, las mujeres están incrementando su presencia de manera constante. De acuerdo con el INEGI, en 2019, 17 de cada 100 personas responsables de las unidades de producción agropecuaria eran mujeres. Para 2022, esta cifra aumentó a 19 de cada 100. Este crecimiento puede atribuirse a un cambio en la percepción del rol de la mujer en la agricultura, así como a su capacidad para gestionar eficazmente tanto la producción y procesamiento de alimentos como la gestión de fincas.
En el sector tecnológico, las mujeres están rompiendo barreras en roles que requieren alta especialización y conocimientos técnicos. Según Deloitte, la participación de las mujeres en las grandes empresas tecnológicas representa casi el 33% de la fuerza laboral, un aumento de más de dos puntos porcentuales en comparación con 2019. A pesar de que este sector sigue siendo dominado por hombres, las mujeres están ganando terreno como desarrolladoras de software, ingenieras de sistemas y redes, y en otros roles clave que están moldeando el futuro de la tecnología.
Arlette Casco también subrayó la importancia del empoderamiento femenino en estos sectores técnicos: "Las mujeres en tecnología están demostrando que no solo pueden igualar a sus colegas masculinos, sino que también pueden liderar con una visión que promueve la innovación y la colaboración en un campo donde la diversidad es clave para el éxito."
Asimismo, la industria logística ha visto un aumento significativo en la participación femenina. De acuerdo con la revista Logistics World y datos del INEGI, en 2021, las mujeres ocupaban el 12.3% de los puestos en empresas del sector logístico, un incremento del 50% en ocho años. Este crecimiento se ha visto impulsado por la participación de mujeres en la gestión de la cadena de suministro y como operadoras de maquinaria, donde su enfoque detallado y estratégico ha demostrado ser valioso para mejorar la eficiencia operativa.
En la construcción, un sector tradicionalmente asociado con el trabajo físico y las condiciones adversas, las mujeres también están comenzando a dejar su huella. Según el INEGI, en 2022, el 15.6% de los trabajadores de la industria de la construcción eran mujeres, lo que representa un aumento del 0.6% en comparación con 2021. Aquí, las mujeres no solo están trabajando como obreras de la construcción, sino que también están asumiendo roles de liderazgo como arquitectas e ingenieras civiles, aportando nuevas perspectivas y enfoques innovadores a la industria.
El crecimiento de la participación femenina en estos sectores no es solo una cuestión de números. Las mujeres están demostrando que su liderazgo puede transformar industrias enteras. Sus contribuciones van más allá de simplemente ocupar puestos; están redefiniendo la forma en que se hacen los negocios, introduciendo enfoques más inclusivos y sostenibles que benefician a todos.
En el sector del autotransporte, por ejemplo, se ha observado un cambio significativo en la dinámica laboral con la creciente participación de mujeres en todos los niveles, desde operadoras de camiones hasta roles directivos. Según la Encuesta Anual de Transportes del INEGI, durante el 2022, el promedio de participación de las mujeres en el sector fue del 22.7%, un notable aumento respecto al 11.4% reportado el año anterior. Este cambio no solo refleja un aumento en la inclusión de mujeres, sino también cómo su presencia está contribuyendo al crecimiento y desarrollo de la industria.
Las mujeres en el autotransporte han demostrado ser capaces de manejar tareas complejas y desafiantes, desde la operación de maquinaria pesada hasta la gestión logística de grandes flotas. Su enfoque meticuloso y su capacidad para resolver problemas han sido factores clave en la mejora de la eficiencia y la productividad en este sector. Además, su participación ha sido fundamental en el crecimiento post-pandemia, cuando la industria del transporte enfrentaba grandes desafíos logísticos y de recuperación económica.
Detrás de este crecimiento en la participación femenina en diversas industrias, hay historias inspiradoras de mujeres que han superado grandes obstáculos para alcanzar el éxito. Jennifer López, una técnica mecánica en Volvo, es un claro ejemplo de superación personal. Comenzó su carrera en la industria automotriz tras ser una de las pocas seleccionadas en un programa competitivo de capacitación técnica. A pesar de los desafíos iniciales y el ambiente dominado por hombres, Jennifer logró destacarse por su habilidad y dedicación, convirtiéndose en una inspiración para otras mujeres que buscan incursionar en el sector.
En el sector del autotransporte, también hay innumerables historias de mujeres que han desafiado las expectativas y han demostrado que pueden tener un impacto significativo. Muchas de ellas, como Sandra Martínez, han comenzado sus carreras sin experiencia previa en la industria. Sandra, madre de dos hijas pequeñas y enfrentando una difícil situación económica tras su divorcio, decidió entrar en el mundo del transporte de carga. A lo largo de 10 años, con esfuerzo y dedicación, ha logrado consolidarse en el sector, encontrando en él una pasión que no solo le permitió superar sus dificultades personales, sino también prosperar profesionalmente.
Estas historias son un testimonio del valor y la determinación de las mujeres que han decidido incursionar en sectores donde históricamente no se les ha dado un lugar. Su éxito no solo desafía los estereotipos de género, sino que también abre el camino para que más mujeres sigan sus pasos.
A pesar del progreso significativo, las mujeres en estos sectores aún enfrentan desafíos importantes. El recelo por parte del género masculino sigue siendo una realidad en muchas industrias. La percepción de que las mujeres no pueden desempeñar ciertos roles, o que su avance perjudicaría la empresa, es un obstáculo que muchas deben superar diariamente. Estos prejuicios pueden manifestarse en la forma de resistencias a sus ideas, limitaciones en sus oportunidades de crecimiento, o incluso en la falta de apoyo por parte de colegas y superiores.
Para superar estos desafíos, es crucial que las mujeres se rodeen de una red de apoyo, tanto dentro como fuera de su entorno laboral. La mentoría juega un papel fundamental en este proceso. Contar con líderes y colegas que crean en su capacidad y estén dispuestos a guiarlas y apoyarlas puede marcar una gran diferencia en su desarrollo profesional.
Además, es importante que las mujeres continúen capacitándose y educándose en sus áreas de interés. El conocimiento y la habilidad técnica son herramientas poderosas que pueden ayudar a romper barreras y ganar respeto en cualquier industria. La confianza en sus propias capacidades, junto con la perseverancia y la resiliencia, son claves para enfrentar y superar las barreras en sectores en transformación.
Arlette Casco compartió un consejo valioso para las mujeres que enfrentan estos retos: "Nunca dejes que los prejuicios te definan. Es fundamental que confíes en tus habilidades y que busques constantemente mejorar y aprender. Rodéate de personas que te apoyen y te desafíen a ser mejor, y no te des por vencida cuando enfrentes obstáculos. La perseverancia siempre da frutos."
El avance de las mujeres en sectores tradicionalmente masculinos en México es un signo de progreso, pero también un recordatorio de que queda mucho por hacer. Aunque las cifras muestran un aumento en la participación femenina, el camino hacia la igualdad de género en estas industrias es largo y lleno de desafíos.
Sin embargo, las historias de mujeres como Jennifer López, Magdalena López, Arlette Casco, y Sandra Martínez demuestran que es posible superar los obstáculos y tener un impacto significativo en cualquier industria. Su éxito no solo desafía los estereotipos de género, sino que también inspira a otras mujeres a seguir sus pasos.
El avance de las mujeres en industrias tradicionalmente dominadas por hombres es una tendencia que seguirá creciendo en los próximos años. A medida que más mujeres asuman roles de liderazgo y continúen desafiando las expectativas, no solo transformarán sus industrias, sino que también abrirán el camino para las generaciones futuras. La clave está en seguir apoyando y promoviendo la inclusión, asegurando que todas las mujeres tengan las oportunidades y el apoyo que necesitan para alcanzar su máximo potencial.