Tras hablarlo con las autoridades deportivas españolas y escribir al Comité Olímpico Internacional (COI) explicando su situación, le respondieron que sí viajar a Japón, pero que las condiciones no las ponían ellos, sino el gobierno de Japón.
¿Y cuáles son estas condiciones?
Pablo, su pareja, y Kai tendrían que estar en un hotel que no sabríamos a qué distancia estaría de la Villa Olímpica y no podrían salir de la habitación en los veintitantos días que iba a estar en Tokio".
"Para amamantar a Kai cada día las veces que fuera necesario, yo tendría que salir de la Villa Olímpica y abandonar la burbuja sanitaria, por lo que pondría en riesgo a mi equipo, con el que llevamos mucho tiempo peleando" por hacer un buen papel en los Juegos.
Tras pensarlo mucho, tuvo que tomar una decisión muy dura: tener que dejar al pequeño Kai en España y alejarse de él durante varias semanas.
"Las condiciones que pone el gobierno de Japón son incompatibles con rendir en unos Juegos Olímpicos", denuncia la joven, plata en la prueba por parejas y bronce por equipos, ambas medallas en Londres-2012.
También participó en Rio-2016, junto a Gemma Mengual, quedando al pie del podio (4º puesto) y suma numerosas medallas en Campeonatos del Mundo de natación sincronizada.