La nadadora española Ona Carbonell, doble medallista olímpica, se ha visto involucrada en un dilema antes de viajar a Tokio: competir en sus terceros Juegos Olímpicos o quedarse en casa con Kai, su bebé de menos de un año, al que sigue amamantando y que no podrá acompañarla a Japón.
Las duras restricciones sanitarias impuestas por las autoridades japonesas para evitar la propagación del COVID-19 han hecho imposible que la familia de la nadadora le acompañe a Tokio para poder simultanear su doble función de madre lactante y deportista de élite.
Carbonell, de 31 años y popular en España por su carrera deportiva y por haber ganado un célebre concurso de cocina, tuvo a su primer hijo el pasado mes de agosto. "Cuando parí a Kai y me estaba poniendo en forma para participar en los Juegos, lo primero que hice fue preguntar si podía llevármelo (a Japón) porque la lactancia y me dijeron que no", explicó a través de sus redes sociales en un video en el que aparece amamantando al pequeño.
"Hace unas semanas, algunas deportistas denunciaron a través de las redes nuestra difícil situación de tener que escoger entre lactancia y conciliación familiar o unos Juegos Olímpicos", añade en el mensaje.