Maribel Dos Santos: "Abracemos temprano el síndrome del impostor para avanzar"

Ahora es responsable de la operación comercial, la dirección y supervisión de los equipos locales de ventas, servicios y operaciones de la empresa en México y la región, así como la alineación de objetivos de negocio y desarrollo de nuevos clientes y mercados.

No obstante, antes de acceder a dirigir desde México, decidió esperar un año para hacerlo porque no se sentía lista. Durante su participación en el Women Economic Forum, organizado con Expansión, narró su experiencia.

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"Yo soy de padres portugueses y soy de Venezuela, tenía ya ocho años en Perú, entonces vivir como extranjera en un país para mí no era nuevo, pero cuando me ofrecieron la posición en México tuve que pensar mucho lo que eso implicaba para mí, para mi carrera y para mi familia (es madre de dos adolescentes). Y aunque tuve miedo, fui sincera y le dije a mi jefe que no estaba lista, pero que si me esperaba un año con gusto tomaría la posición en México", cuenta.

Un año después, se dio cuenta de que sí contaba por lo menos con 80% de los requisitos para hacerlo, sólo quería sentirse más tranquila y segura con no cumplir con el 100%; lo que sostiene, está bien para las mujeres que quieren seguir avanzando.

"Yo tengo 30 años de experiencia y aun así pienso si soy suficientemente buena para algo, pero después pienso que eso no está mal y que tampoco está mal lanzarte al ruedo cuando no cumples al 100%. Porque si ése es el caso, ése puesto no es para ti, pues no te ofrece crecimiento si ya estás lista por completo. Hay que permitirnos enfrentarnos a las curvas de aprendizaje", dijo.

Sin embargo, advierte que dentro de esas valoraciones las mujeres siempre deben poner por encima su salud y bienestar, alineando con sus prioridades, porque son ellas precisamente quienes vivirán el desgaste natural que implica aprender a marchas forzadas.

Asimismo y con el fin de superar rápido el síndrome del impostor, recomienda tener siempre presente que los resultados que obtenga cualquier persona depende de su gestión, pero también del entorno social, físico y económico.