Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, declaró el lunes que el trato que recibió recientemente en Turquía, donde se le negó una silla en unas conversaciones de alto nivel, pone de manifiesto la necesidad de hacer frente al sexismo.
En sus comentarios más personales sobre el incidente, conocido como "sofagate", Von der Leyen dijo a los eurodiputados: "Me sentí herida y me sentí sola como mujer, y como europea".
El incidente ocurrió cuando, en una reunión el 6 de abril en Ankara, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan no proporcionó una silla a Von der Leyen, pero sí lo hizo con el jefe del Consejo Europeo, Charles Michel.