Organon celebra su primer aniversario, más empoderada que nunca

El crecimiento del negocio, la integración con la comunidad y un desarrollo diverso en la empresa se cuentan entre los logros de la farmacéutica.
Integrantes de los comités directivos del corporativo y de la planta de manufactura de Organon México. En el primer caso, 60% está integrado por mujeres y en el segundo, 45%.

Organon, la primera farmacéutica en México dedicada a la atención integral de la mujer, celebra este junio su primer año de operaciones. Lo hace con un crecimiento casi a doble dígito y una operación plena desde su planta ubicada en la alcaldía de Xochimilco, en la Ciudad de México.

Se trata de una startup resultante de la escisión de MSD. En esta estructura se decidió dar un enfoque especializado, la salud femenina, en un tiempo en el que la agenda de género se ha vuelto un tema relevante tanto en el mundo de los negocios, como en el campo social.

Lo concreto del enfoque le permite dar una mayor profundidad, tanto a su portafolio de productos como a las acciones comunitarias que emprende. En el primer rubro, posee 49 marcas bien establecidas en especialidades como anticoncepción, cardiología, osteoporosis, menopausia, dermatología y respiratorio, todos con énfasis en el cuerpo de la mujer.

En el segundo caso, durante su primer año de operaciones en el país, Organon ha establecido vínculos comunitarios para apoyar causas que están a favor de las mujeres y de algunas minorías. Por ejemplo, en la alcaldía Xochimilco impulsa con el Fondo de Población de Naciones Unidas un proyecto piloto para prevenir el embarazo adolescente e impactar positivamente a 35,000 jóvenes.

También tiene diversas formas de colaboración con instituciones feministas como GIRE –Grupo de Información en Reproducción Elegida—, el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir y Casa Frida –un refugio para personas LGBTIQ+—. De esta manera han construido una agenda de apoyo tanto a causas sociales como a empleados y familiares de los mismos que pertenecen a estos grupos, ambas referencias como parte de distintas iniciativas de asistencia social que sostiene la farmacéutica.

One Organon, en la práctica

Organon México es uno de los seis países de la compañía que cuentan con una planta manufacturera, que representa una inversión de 50 millones de dólares para la empresa. Desde ese sitio exportan a otras naciones y tres continentes los medicamentos que ahí se fabrican.

Desde la primera vista, la compañía se diferencia de las farmacéuticas tradicionales. Si bien la respalda un legado de casi un siglo, sus líneas tanto interna como externa toman lo mejor de la actualidad, para mantener una comunicación fresca, pertinente, humana, cálida y cercana. Sus instalaciones al sur de CDMX conforman un centro fácilmente distinguible, porque parte de su fachada está cubierta con murales realizados por únicamente artistas urbanas mexicanas (graffiti), una representación de la vocación social de la farmacéutica, al igual que de su ambiente organizacional.

Con esto último nos referimos a que el equipo de líderes de la transnacional está representado, en su mayor parte, por mujeres –ellas conforman al 70% del cuerpo directivo– con vasta experiencia en su ramo. Esto como un rasgo congruente con la vocación de la empresa, pero también como un aspecto consistente con sus políticas internas de comunicación y de trabajo.

Estos conceptos los han englobado bajo una cultura única, basada en valores, que identifican como “One Organon”, una iniciativa que busca que todos los colaboradores de la empresa –integrada por más de 500 trabajadores en México y 9,500 a nivel global– trabajen como un solo equipo. Para lograrlo, han desarrollado foros y espacios de convivencia que van más allá de la operación cotidiana y que buscan generar conversaciones y conexiones que permita agrupar, a través de distintos intereses, a todos los participantes.

Como parte de su estrategia de diversidad, equidad, inclusión y pertenencia, tienen distintos grupos enfocados a diversas minorías: pride (preferencias sexuales), para mujeres, para generaciones, grupos étnicos, sociales y etarios, padres y cuidadores, etcétera. Es una forma de identificarse, de relacionarse con los otros y también de abonar para el trabajo en equipo. Todos estos grupos tienen representatividad en el comité de la firma.

Organizarse de esta forma les permite escuchar y dar voz a todos los colaboradores, ya que todos aportan mejoras a los procesos. También les permite ser ágiles y capitalizar las oportunidades que un mercado tan dinámico les demanda.

Si algo destaca en el primer año de Organon es la visión integral que han logrado en este tiempo, que forma parte de su cultura organizacional y que se refleja en la conexión de la empresa con la comunidad que la rodea y sus consumidoras.