En México, donde siete de cada 10 mujeres han sufrido violencia, la señal de auxilio se ha convertido en un gesto discreto con gran potencial. Popularizada en redes sociales durante la pandemia, consiste en extender la mano con la palma al frente, doblar el pulgar y cerrarlo con los demás dedos, permitiendo a las mujeres pedir ayuda sin alertar a su agresor. Su relevancia se ha hecho evidente en eventos públicos recientes, como en un concierto de Alicia Villarreal en Michoacán a principios de 2025.
La representante de ONU Mujeres en México, Mónica Orsini, explica que la señal surgió "en el marco de la emergencia sanitaria provocada por el covid 19", un periodo en el que muchas mujeres "permanecieron encerradas con sus agresores, lo que creó nuevas formas de resistencia y de solicitar ayuda a través de plataformas digitales y redes sociales". Orsini subraya: "Es fundamental que las mujeres sepan que no están solas y que hay recursos disponibles para ayudarlas".
La efectividad de la señal reside en su sencillez y su adaptabilidad a diversos contextos, especialmente en el ámbito digital, en los que se han documentado casos de mujeres que la han utilizado en videos para alertar a contactos previamente sensibilizados. Sin embargo, su éxito depende de la conciencia y preparación de la comunidad.